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El concepto de resistencia vocal, al contrario de lo que en un principio se pudiera imaginar, no está relacionado con la fuerza, con aumentar la masa muscular de las cuerdas vocales, sino que se refiere a la habilidad o capacidad de cantar durante prolongados periodos de tiempo. Los cantantes deben aprender técnicas y realizar ejercicios prácticos para aumentar esta resistencia, precisamente para mejorar en el canto y requerir menores esfuerzos.

El concepto de resistencia

Se puede definir resistencia como la habilidad de aguantar o resistir una determinada cantidad de estrés o presión. Entrenar la resistencia para aumentarla trata de adaptar a ciertas partes del cuerpo, en este caso las cuerdas vocales, a subir el nivel o umbral de fatiga en estos músculos.

El ejemplo más clásico de resistencia muscular es el del atleta y sus entrenamientos, cuanto más entrenen aun estando fatigado, o precisamente cuando el músculo ya se encuentre cansado y dolorido, mayor será el incremento de sus capacidades.

Sin embargo, esto no debe ser el camino que siga el cantante, este atleta vocal no debería continuar si sus cuerdas vocales se encuentran demasiado fatigadas. El motivo por el que el artista vocal no debería continuar del mismo modo que lo hace un corredor de fondo, por ejemplo, se debe a que la estructura y anatomía de los músculos que intervienen en el ejercicio son completamente diferentes.

El motivo por el que el corredor o el levantador de pesas continúa con los ejercicios a pesar de estar sometido a un gran estrés es permitir que estos crezcan y se hipertrofien. Cuando las fibras musculares se hipertrofian tiene lugar una reparación realizada por el abuso, volviéndose más fuertes, lo que hace al deportista más resistente. Este tipo de tejido muscular, el esquelético, se adapta perfectamente a condiciones de trabajo constante y duro, por lo que se puede exigir bastante sin que se produzcan daños excesivos o irreparables.

Sin embargo, la anatomía de las cuerdas vocales no permite este exceso. La morfología de esta parte del organismo es algo más compleja.

Anatomía de las cuerdas vocales

Para entender por qué las cuerdas vocales no soportan tanta tensión es conveniente conocer cómo están formadas. En este sentido, las cuerdas vocales pueden dividirse en dos partes fundamentales; el recubrimiento que se compone de determinadas capas que, al combinarse, forman la parte que vibra de las cuerdas vocales, y el cuerpo, que también posee varios componentes y son los que intervienen en la tensión y en el establecimiento del tono.

El hecho de que se abuse de la voz va a producir una inflamación en el recubrimiento, llegando a sufrir de ronquera o cansancio vocal. La única forma de reducir esta sobrecarga es descansando. Seguir forzando cualquiera de las partes de esta anatomía no va a hacer que se tenga más resistencia en el futuro, todo lo contrario, se está arriesgando a sufrir algún daño que sea irreparable. Cantar con las cuerdas vocales inflamadas de forma reiterada puede llegar a provocar pólipos, nódulos, quistes, patologías del habla y otros problemas fácilmente.

Es el entrenamiento diario la fórmula para que no se cause estrés muscular, ampliando el tiempo para que el recubrimiento de las cuerdas se inflame.

Cómo se incrementa la resistencia en el canto

Aumentar la masa muscular de las cuerdas vocales no debe confundirse con incrementar la resistencia al cantar. Para tener más músculo hay que incrementar la eficiencia y el condicionamiento de los músculos que intervienen en el canto. En este sentido, para cantar de forma prolongada, sin llegar a forzar en exceso los músculos, es necesario adquirir grandes cantidades de oxígeno, entre otras capacidades.

Estas son algunos de los ejercicios útiles para ejercitar las cuerdas vocales y prepararlas para soportar más tiempo cantando.

  1. Calentar las cuerdas vocales durante 10 minutos (tarareando o cantando las escalas). Su intención es aumentar la gama de la voz y colaborar en la protección de las cuerdas vocales.
  2. Practicar algún deporte de forma suave para aumentar la capacidad de captación de oxígeno. Las actividades aeróbicas, como caminar o nadar, fortalecerán el diafragma, con lo que se desarrollará más potencia en la voz, aumentando la resistencia y la proyección.
  3. Cantar, cantar mucho. Siempre que se pueda hay que ponerse a cantar, la práctica lleva al conocimiento de las propias facultades y a su aumento. De este modo, también se reconocerán dónde están los límites que no hay que superar.
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