Llámanos

A la hora de cantar, no son pocos los que se preguntan por qué les duele la garganta justo después. Y es que, como cabe suponer, es esta una de las partes del cuerpo más sensible para los cantantes, ya sea que la ejerciten de forma ocasional, por placer, o que se dediquen a la música profesionalmente. Es difícil saber por qué duele, qué es lo que se está haciendo mal, y cómo corregirlo.

1. Falta de hidratación

Todos sabemos que hidratarse es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo, en el caso de las cuerdas vocales, también. En este sentido, si estás bebiendo poca agua, bastará con que incrementes su ingesta a lo largo del día, antes de cantar. Aunque, siempre se deberá tener a mano una botella de agua durante las clases, ensayos o conciertos e ir bebiendo entre canción y canción.

No obstante, hay que beber un poco de agua al menos una hora antes de empezar las rutinas de calentamiento o actuación para que no duela la garganta y se sienta seca a los diez minutos de empezar. Siguiendo estas rutinas de hidratación, se deberían mantener unos niveles estables que evitarán sufrir por esta causa.

2. Falta de cuidados

A veces este dolor se produce porque la persona afectada no se está cuidando, por ejemplo, no descansando lo suficiente, sin respetar las 7 u 8 horas de sueño diario. Este descanso es esencial para el reposo de los músculos y que se regeneren los tejidos.

Otra forma de no tratar bien la garganta es si se grita al cantar. Hay que saber diferenciar entre cantar con potencia y gritar, pues son cosas bien distintas.

Tener potencia significa resonar correctamente. Para saber si se está haciendo como se debe, al resonar se tiene que sentir una pequeña vibración en los labios.

Los cantantes con una larga trayectoria y que han tomado clases de canto cuentan con una técnica vocal muy desarrollada, lo que les lleva a sentir que la voz vibra y les sale por la tapa de la cabeza. A estos artistas, sin duda, ya no les duele la garganta.

3. No se está empleado adecuadamente el diafragma

La mayoría de los cantantes aficionados usan la garganta para cantar, pues es la técnica que les sale de manera natural. No obstante, cantar así hace que las cuerdas vocales trabajen demasiado y acabe por aparecer el dolor. Por este motivo, hay que aprender a usar el diafragma, uno de los aspectos básicos cuando se toman clases de canto.

Al cantar con el estómago, las cuerdas vocales descansan y, de este modo, no se dañan. Es el método que utilizan los profesionales para poder cantar a largo plazo y evitar lesiones en las cuerdas vocales. De hecho, una de las consecuencias de usarlas en exceso al cantar y forzarlas demasiado es la aparición de nódulos. Estos nódulos son el resultado de la inflamación de las cuerdas vocales que se origina por el frotamiento repetitivo, en ocasiones, causan la pérdida de la voz.

Queda claro entonces que es mucho más seguro utilizar el diafragma para cantar y respirar, de manera que no solo se evita este exceso de rozamiento, que la voz se vea afectada o aparezca el dolor de garganta, sino lesiones mayores, como los nombrados nódulos.

4. Dolor de garganta por tensionar en exceso al cantar

Este es un problema muy frecuente para los nuevos estudiantes de canto que llegan a nuestra escuela, pues casi todos presentan este mal hábito. De forma general se ejerce una tensión excesiva en la garganta cuando quieren llegar a una nota alta o ejecutar una nota larga, y eso es incorrecto y acaba dañando las cuerdas vocales.

Nunca se debe forzar la voz para conseguir el sonido que se desea. Eso crea tensión innecesaria en la garganta y en la laringe y solo provocará dolor, desgaste e incluso lesiones más severas.

Para corregir esta mala costumbre, lo que se debe hacer es potenciar la técnica vocal haciendo uso del apoyo. Las clases de canto son esenciales para corregir estos vicios, pues los conocimientos y la experiencia del profesor se ponen al servicio del alumno para ayudarle.

Hasta aquí los cuatro motivos más habituales por los que puede aparecer dolor de garganta al cantar. No obstante, todos ellos se pueden solucionar con unos hábitos saludables y un profesor que ayude a corregir lo que se hace mal y enseñe la manera correcta de usar la voz en el canto.

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