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Con la actividad del canto, tanto el cerebro, como los pulmones, la postura corporal y el estado de ánimo general resultan favorecidos. Asimismo, para quienes realizan esta actividad en grupo, como un coro, los efectos positivos se ven multiplicados ya que se les unen un buen número de ventajas emocionales que ofrece el pertenecer a una comunidad

A la mayoría de las personas les gusta cantar. Hay quienes desde pequeños se atreven a hacerlo delante de cualquiera y otros que prefieren reservar esta actividad para la intimidad de la ducha, pero en general todas disfrutan de hacerlo sin importar la edad. Lo que pocos saben es que cantar proporciona grandes beneficios a la salud, tanto en aspectos psicológicos y emocionales como a nivel físico.

La ciencia se ha dedicado a realizar estudios y experimentos acerca de los efectos de la música, para conocer el motivo de que esta actividad haya estado presente en la vida cotidiana desde las más antiguas culturas de la humanidad y se mantenga presente en nuestros días. Uno de los principales hallazgos fue el hecho de que cantar hace que el cuerpo genere endorfinas, neurotransmisores que levantan el ánimo y nos ponen de buen humor.

Asimismo, se han hallado vinculaciones entre el canto y la producción de dopamina, oxitocina y serotonina, todas sustancias que contribuyen a la sensación de bienestar, reduciendo a su vez los niveles de cortisol, la hormona que se libera en respuesta al estrés. A continuación, se presentan otros beneficios además de estos mencionados relacionados con la felicidad y el bienestar que produce el canto.

Mejora la respuesta inmunológica

Este beneficio está relacionado con los mencionados anteriormente, pues el estrés tiene un efecto sumamente negativo en el sistema inmunológico. Reduciendo el estrés a través del canto, se mejora el estado de salud general y se alcanza una mayor sensación de bienestar, al aumentar las defensas naturales del organismo.

Mejora la respiración

Cuando se aprende a cantar, se desarrollan nuevas formas de mover los músculos que intervienen en la respiración, especialmente el diafragma, mejorando la oxigenación.

Mejora la postura corporal

Al tomar clases de canto de forma habitual, uno de los principales aspectos que se trabajan es la higiene postural, y es que, aunque se puede cantar estando encorvados, no es cómodo y es contraproducente. Esta postura correcta se convierte en un hábito y al final es la que se adopta en cualquier otro contexto.

Tonifica el vientre

Aunque no se puede decir que cantar adelgace, sí que ayuda a tonificar la zona abdominal, que no solo resulta estético, sino que hace que el tórax se vuelva algo más fuerte y resistente.

Previene la demencia

Algunos estudios indican que existe una relación entre el canto con la prevención de la aparición de enfermedades asociadas a la edad como la demencia. La razón es que se trata de una actividad en al intervienen varios procesos cognitivos que mantienen en forma el sistema de regeneración neuronal.

Limpia las vías respiratorias

Cuando se canta el aire pasa a distintos niveles de presión por las vías respiratorias, evitando la acumulación de bacterias nocivas y logrando que estas queden más limpias.

Ayuda a conectar con los demás

Como se ha mencionado con anterioridad, cantar en grupo es una forma de sentir que se pertenece a una comunidad, rompiendo la barrera del aislamiento que en ocasiones aparece en la edad adulta.

En un estudio publicado en 2008, un grupo de científicos australianos demostró que cantar en un coro elevaba el nivel de satisfacción y bienestar de las personas, sobre todo en la tercera edad. Un trabajo posterior este mismo grupo de investigadores enumeró efectos positivos identificados en aquellas personas que participaban en agrupaciones corales.

En primer lugar, los participantes sentían que el canto les aportaba felicidad, alejando sentimientos de tristeza y la depresión. Asimismo, como cantar requiere concentración, se alejan las preocupaciones manteniendo la mente ocupada.

En segundo lugar, cantar exige una respiración profunda y controlada, lo que hace que se mantenga a raya los estados de ansiedad. A esto hay que sumarle el hecho de que el canto coral ofrece la sensación de apoyo social y amistad, evitando que aparezcan sentimientos de aislamiento y soledad. Una mujer que participó en el estudio, de 69 años, afirmó: “El coro ha sido un salvavidas para mí. Vivo sola y no tengo familia. Pero pertenezco a dos grupos y disfruto de ambos”.

En tercer lugar, cantar implica educación y aprendizaje, por lo que contribuye a mantener la mente activa y previene la aparición de enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo. El canto coral supone un compromiso, el de asistir a los ensayos, y una motivación para mantenerse activos.

Con estos estudios se demuestra que cantar ofrece beneficios en todas las etapas de la vida, que nunca es tarde, ni demasiado pronto, para empezar a tomar clases de canto y cultivar una afición que acompañará, sanará y ayudará desde la infancia hasta la vejez.

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