Llámanos
Cualquier tipo de músculo necesitará de un calentamiento para que, una vez tenga que emplearse a fondo, ofrezca el mejor rendimiento posible. El aparato fonador está formado por estos órganos compuestos de fibras, por lo que también es necesario que entren en calor antes de ponerlos a trabajar ante un público, un ensaño o una grabación.

Calentar la voz no solo ofrecerá mejores resultados durante cualquier actuación, sino que, además, será beneficioso para la salud del interprete, ya que, a largo plazo, las cuerdas vocales podrían resentirse y sufrir fatiga e incluso lesiones. La mayoría de los ejercicios que se realizan para cumplir con el objetivo de preparar la voz conlleva la producción de diferentes sonidos, pero también calentar los pulmones, los labios, la lengua y que el cuerpo se active y prepare para cantar.

Estos son los pasos más habituales para calentar la voz antes de cantar.

Calentar cuerpo y garganta

El primer paso no representa dificultad alguna, bastará que se den algunos saltos, mover los hombros y brazos, un poco como si se fuera a empezar una carrera física. Se trata de despertar los sentidos del cuerpo, de involucrarlo, hacerlo partícipe de lo que va a ocurrir a continuación. Después de concienciarnos físicamente, abriremos la boca como en un bostezo, intentaremos imitar esta acción involuntaria y lo repetiremos al menos tres veces más. Con esto se estará abriendo completamente la garganta y el diafragma.

Que participe el tronco

En el acto de cantar debe involucrarse la mayor parte del cuerpo. Los músculos abdominales se usarán para proyectar mejor, por lo que habrá que toser suavemente para calentar esta zona, los músculos que sientas al ejercitarlos de esta forma serán los que se usarán al cantar. Los músculos de esta parte del cuerpo que intervendrán en el canto son los psoas, el diafragma y el suelo pélvico, fundamentalmente, aunque no serán los únicos. No obstante, si dominas estos tres, si los calientas adecuadamente, será más sencillo conseguir una voz con más intensidad.

Ejercicios de relajación

Relajar hombros y cuello para conseguir un cuerpo completamente relajado será otro de los principales ejercicios antes de cantar. Es importante abandonar la presión, bastante comprensible si se actúa ante un público, que se adhiere al cuerpo. Al llevar a cabo las notas más altas se notará más que nunca esta tensión sobre los músculos. Para relajarnos antes y no sufrir durante una actuación, habrá que aprender a relajar el torso con movimientos de hombros en los que se encojen y se relajan, sosteniéndolos en alto durante 5 segundos, aproximadamente, para luego soltarlos. Se aconseja repetir este sencillo ejercicio al menos 5 o 6 veces, depende de la tensión que sintamos.

Ejercicios de respiración

Como cabe imaginar, los pulmones, la respiración, todo lo que involucre la creación del sonido de la voz, deberá calentarse para que funcione con naturalidad. Dos son los ejercicios básicos para optimizar esta función. Por un lado, mantener los hombros y el pecho relajados, inhalar profundamente elevando el estómago, después exhalar lentamente desde el mismo lugar, el diafragma, hasta que el estómago vuelva a su posición, repetir durante dos o tres minutos.

Por otro lado, también se inhala a fondo, pero al exhalar se deberá crear un sonido sibilante con la boca, dejando que el aire escape lentamente, repetir durante uno o dos minutos.

La mandíbula también debe relajarse

Al formar parte de la modulación, que la boca ni la mandíbula estén relajadas podrá interferir negativamente en la interpretación. Se recomienda liberar tensiones, colocando las palmas de las manos en las mejillas y abriendo las mandíbulas o moviendo las manos lentamente, dando un masaje a los músculos de la cara y de la mandíbula con una duración aproximada de dos minutos.

Practicas vocales

Las prácticas con el sonido llegarán una vez que tengamos toda la parte física calentada, solo entonces podremos comenzar con los muchos ejercicios sonoros existentes. Uno de ellos es el de hacer sonar el mmm en el tono más grave posible con la boca cerrada y después con la boca abierta, durante 10 respiraciones cada vez. Después, con la boca abierta, liberar tensiones con un aaaaa, largo y profundo.

Posteriormente, se podrá tararear un do re mi en escala ascendente y posteriormente hacia abajo, vibrar con la boca para calentar los labios, hacer sonar la nariz con un ng, subiendo y bajando en el rango de tonos de cada cual. También, para soltar la lengua, es aconsejable recitar en voz alta algún trabalenguas en tonos y volúmenes diferentes con lo que se practicará eficientemente la articulación.

Llámanos